Ángeles de Esperanza: amor en acción

En la periferia de la ciudad de Lima, existen casas hogares en las que no se ven lujos, pero si se ve, orden, limpieza, comodidad, pero sobre todo mucho amor y ternura. Allí se albergan niños y niñas, cuyos padres los abandonaron; los motivos, son muchos, varios de ellos cuestionables, otros comprensibles, otros totalmente incomprensibles, ¿qué difícil es comprender por qué? sus propios progenitores no se hacen cargo de ellos.

Menores heridos por la orfandad del amor materno, tan esencial al inicio de la vida, heridos por el desamor, heridos por el olvido de la familia y algunos, lastimados por la vil acción de sus propios padres, pero, en medio de este cruel desamparo, Dios propicia una luz de esperanza en la vida de estos niños.

Como todo contribuye a la voluntad de Dios, este año 2025, se ha dado inicio al programa de padrinazgo “Ángeles de Esperanza” financiado por Food for the Poor y desarrollado por Cáritas del Perú, a través de su área de Asistencia y Obras Sociales, que brindará ayuda a 265 niños y niñas de entre 0 y 16 años que viven en 10 hogares con internado permanente, que en realidad son verdaderos refugios de amor y ternura.

Como comunicadora de Cáritas, tengo el privilegio de acompañar este programa no solo desde la difusión, sino también registrando en imágenes las historias que muchos no ven. He caminado por los pasillos de estos hogares, mirando a los ojos de las niñas que te dicen “mamá” al verte entrar, que preguntan si eres tú la que puede llenar el formulario para que alguien los visite. Porque ellos lo que más desean es la presencia de sus familiares, necesitan ser visitados, escuchados y abrazados por el lazo familiar.

Las religiosas o encargadas de los hogares son ángeles con hábitos y delantales, con corazones enormes y manos agiles. Ángeles que los abrazan, los besan, los protegen, que reemplazan a la madre ausente, que conocen sus historias y que procuran suplir la carencia que los afecta, son ángeles sin alas, que no los desamparan ni de noche ni de día, como dice, el rezo angelical.

Cada visita a estos hogares es un cuestionamiento a nuestra propia vida. A veces hemos coincidido nuestra visita con la llegada de las niñas de sus colegios, ellas llegan alegres, y al ver la imagen de la Virgen María que las espera al ingreso del hogar, saludan a la madre celestial con el Ave María, sin olvidar al Dios de la vida, con un Padre Nuestro, luego vienen los abrazos, las risas y esas miradas que te traspasan el alma. Como no cuestionarse cómo llevas tu vida y como no agradecer a Dios por todo lo que uno tiene, y que a veces, no lo apreciamos como deberíamos.

De todas las visitas, la que me marcó profundamente fue la que hicimos a la Asociación Las Bienaventuranzas, pues atienden a más de 70 niños y niñas con capacidades diferentes, es algo que te estremece el corazón y te hace ver el rostro sufriente de Cristo en cada uno de ellos. Recuerdo que la tutora a cargo del lugar conocía el nombre de cada niño, sabia como había llegado al hogar, sabia como atravesar la barrera de la discapacidad para que los niños entiendan la instrucción, el juego y la orientación.

Entonces, me puse a pensar, que sería de estos niños sin estos ángeles visibles, que los cuidan, que los protegen y les brindan su amor. Este programa no solo transforma la vida de los niños sino también de nosotros mismos.

 

Programa “Ángeles de Esperanza”

Es una iniciativa de apadrinamiento infantil que brinda apoyo a niños abandonados, huérfanos y desatendidos en Lima, gracias al apoyo de Food for the Poor, busca transformar positivamente la vida de niños en situación de abandono acogidos en hogares con internado permanente. Ángeles de Esperanza les procura padrinos para enviar fondos económicos para la compra de productos básicos y también contribuciones en especies del exterior, todo coordinado con Cáritas del Perú a través del área de Asistencia y Obras Sociales.