Cáritas Chiclayo desde el inicio del fenómeno migratorio en el Perú, ha liderado acciones de acogida para la población venezolana que, por diversas razones, abandonó su país de origen en busca de nuevas oportunidades para su desarrollo.
De la mano de la Comisión de Movilidad Humana y Trata de Personas de la Diócesis de Chiclayo y líderes venezolanos de dieciséis zonas de la región Lambayeque, la comunidad extranjera consiguió organizarse para vivir en condiciones seguras en nuestro país.
Dicho trabajo formó parte del proyecto “Regularización de situación migratoria y fortalecimiento de Comedores – Refugios y Emprendimientos Productivos para Población Venezolana en la Región Lambayeque” que contó con el apoyo del “Programa Europeo Regional de Migración y Refugio, Iniciativa Extraordinaria Si Frontera Perú, financiado por la Unión Europea y la Cooperación Alemana al desarrollo, implementado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Sociedad Alemana de Cooperación Internacional”.
La zona de intervención de este proyecto abarca las zonas de Chiclayo, Lambayeque, Ferreñafe, Eten, Monsefú, Puerto Eten, Pomalca, La Victoria, José Leonardo Ortiz, Reque, Santa Rosa y Pimentel.
Oficinas informativas
Luego de la instalación de la oficina informativa en Chiclayo, las parroquias San Pedro de Lambayeque y Santa Lucía de Ferreñafe cedieron parte de sus espacios para el funcionamiento de dos oficinas más. Aquí fue posible el primer acercamiento entre los migrantes venezolanos y los responsables del proyecto. Gracias a esto se facilitó la derivación de los extranjeros hacia otras áreas (comedores, albergues, regularización migratoria, articulación local) y se estandarizó el proceso de ayuda.
Las capacitaciones que recibió el personal de Cáritas Chiclayo en materia laboral afianzaron las orientaciones a los migrantes en la búsqueda de un puesto de trabajo. Asimismo, la vinculación con municipalidades, parroquias, asociaciones civiles, entre otras; viabilizó la gestión del Seguro Integral de Salud (SIS), los brevetes de tránsito, la revalidación del título profesional y otros trámites requeridos por los hermanos venezolanos.
Regularización migratoria
Vía la Plataforma Virtual de Migraciones se ingresaron los expedientes para la variación del Permiso Temporal de Permanencia (PTP) a residencia especial o carnet de extranjería. Para aquellos que ya poseían una de estas dos condiciones se buscó la prórroga de la residencia.
De esta forma, Cáritas Chiclayo consiguió que la comunidad venezolana acceda a los servicios y programas de gobierno en los sectores Salud, Educación, Trabajo, la reinserción en el plano financiero (créditos), entre otros. Al mismo tiempo, acortaron brechas de desigualdad y garantizamos el respeto a sus derechos.
Cabe indicar que se han realizado más de 300 trámites de regularización migratoria.
Albergues y comedores
La implementación de comedores y albergues provistos con insumos y equipamiento necesario fue indispensable para la acogida de las familias migrantes que llegaron para quedarse en la región o estuvieron de paso. Mediante el trabajo en equipo y la optimización de los recursos disponibles, estos espacios brindaron las condiciones adecuadas para que niños, jóvenes y adultos mejoren su calidad de vida.
Por otro lado, Cáritas Chiclayo distribuyó mensualmente alimentos, balones de gas al igual que implementos de bioseguridad para la preparación de las raciones de comida. En cada comedor se sirvieron más de quince menús diferentes que incluían platos típicos venezolanos y peruanos, con el objetivo de fomentar la interculturalidad y el respeto por las tradiciones. Para combatir la desnutrición infantil se mejoraron los almuerzos en un 90% proporcionando alimentos frescos y nutritivos.
En la provincia de Chiclayo se encuentran los comedores “Santa María del Camino” en el distrito de José Leonardo Ortiz, “Reflejo de Solidaridad y Misericordia” en Reque, “La Providencia” de Villa Eten y “Denles Ustedes de Comer” en la localidad de Puerto Eten.
Protección a la infancia
Cáritas Chiclayo puso énfasis en el bienestar de los menores de edad. Por ello, además de garantizar su alimentación, gestionó la atención médica en hospitales y la salud mental de niñas, niños y adolescentes mediante sesiones psicológicas con la finalidad de identificar alguna problemática que requiera ser solucionada a tiempo.
En lo que respecta al plano educativo, con el apoyo de profesoras, psicólogas y voluntarias se realizó el reforzamiento a niños del nivel inicial en las actividades propias de su edad. Con estudiantes del Nivel Primaria se afianzó las áreas de Matemáticas y Comunicación para el desarrollo de sus competencias y habilidades.
A estas acciones se sumaron talleres formativos sobre el lavado de manos y jornadas de estimulación cognitiva que contribuyen a la mejora de la atención, memoria y concentración.