Un día de amor y servicio en las ollas comunes

El 12 de diciembre, fue un día muy especial para Cáritas del Perú y el staff de colaboradores del Banco Mundial, quienes se sumaron como voluntarios para apoyar y compartir ese día en 5 ollas comunes ubicadas en el distrito de San Antonio de Huarochirí, zona de Jicamarca, jurisdicción que atiende Cáritas Chosica.

Las ollas que recibieron esta grata visita fueron El Mirador de Israel, Coronita de Santa Rosa, El Buen Samaritano, Señor de los Milagros y Los Necesitados, que atienden de lunes a viernes alrededor de 100 personas vulnerables con almuerzos saludables y nutritivos.

Estas ollitas perseverantes en su servicio, para seguir cocinando, cobran una cuota solidaria a sus comensales que va desde los 2 a 3 soles por menú, pero hay casos en los que no cobran nada, pues atienden casos especiales de la comunidad, es decir personas que no cuentan con ningún ingreso y no tienen qué comer.

Los voluntariados del Banco Mundial iniciaron la jornada de servicio muy entusiastas desde la 8:30 a.m. hasta la 2:00 p.m., ayudando a las madres de estas ollitas a preparar los menús del día, a servir las raciones en los tapers y ollas que los comensales traían para recoger sus menús y a gestionar la recaudación de las colaboraciones solidarias, monto con el que luego, compran los insumos para el menú del día siguiente y así asegurar la continuidad de este valioso apoyo. Además, les obsequiaron ollas, conservadores de alimentos y productos de primera necesidad para ayudarlas en su labor.

Las madres y mujeres de las ollas comunes son verdaderas luchadoras de la vida, se apoyan mutuamente y trabajan incansablemente por su comunidad, logrando generar, quizás sin darse cuenta, un gran impacto social.

Los colaboradores del Banco Mundial fueron testigos de esta admirable labor, se acercaron por un día a la realidad que muchos peruanos viven, que pasan necesidades de hambre y que a pesar de todo salen adelante siempre con una sonrisa de esperanza.

Las personas que coordinaron esta acción de servicio fueron Ana Maria Vásquez, de Cáritas del Perú, Carolina Delgado, de Cáritas Chosica y Lucía Cuentas de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz.

Esta experiencia nos inspira a seguir trabajando por un Perú más solidario y cercano con la gente que vive en la periferia de las ciudades.

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